En muchas casas argentinas, la tortilla forma parte del recetario cotidiano. Es fácil, económica y se adapta a lo que haya en la heladera. En este caso, la protagonista es la espinaca, una verdura que suele ser subestimada, pero que tiene un montón de propiedades: es rica en hierro, fibras y vitaminas, y además, aporta color y frescura a cualquier plato. Nos hemos ayudado con la información del siguiente video:
Esta receta no solo es práctica, sino también ideal para resolver un almuerzo o cena sin dar muchas vueltas. Incluso, sirve para llevar al trabajo, a la facultad o para tener lista en la heladera cuando no hay ganas de cocinar. Además, al llevar huevo y queso, tiene buen contenido de proteínas y te deja satisfecho por varias horas.
Ingredientes:
- 500 g de espinaca fresca (2 atados grandes)
- 4 huevos
- 2 dientes de ajo
- 200 g de queso mozzarella (o cualquier queso que se derrita bien)
- 1 cucharadita de sal
- Pimienta negra a gusto
- 6 cucharadas de aceite de oliva
Paso a paso con consejos:
1. Preparar la espinaca
Lavar bien las hojas de espinaca bajo el chorro de agua fría. Escurrir y cortar en tiras finas o en trozos chicos.
Consejo: si tenés tiempo, dejalas un rato sobre un repasador para que se sequen bien, así evitás que larguen mucha agua al saltearlas.
2. Saltear con ajo
En una sartén amplia, calentar 3 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Agregar la espinaca y cocinar unos 12 a 15 minutos, removiendo cada tanto para que no se pegue.
Sumar los dientes de ajo picados chiquitos y cocinar 2 minutos más. Retirar del fuego y dejar enfriar un poco.
Tip: si te gusta más sabrosa, podés agregar un toque de ají molido, nuez moscada o pimentón.
3. Mezclar los ingredientes
En un bowl grande, romper los huevos, agregar sal y pimienta a gusto, y batir suavemente.
Incorporar la espinaca cocida y el queso (en cubitos, rallado o desmenuzado). Mezclar bien hasta integrar todo.
Consejo: si querés reducir un poco las calorías, podés usar 3 huevos enteros y 2 claras. También queda bien con queso descremado.
4. Cocinar la tortilla
Calentar el resto del aceite en una sartén mediana (antiadherente mejor) a fuego bajo.
Volcar la mezcla y esparcir bien con una espátula. Tapar y cocinar durante 15 minutos.
Tip: mové la sartén cada tanto para que no se pegue y revisá que no se dore de más abajo.
5. Dar vuelta y finalizar
Retirar la tapa, despegar los bordes con una espátula y mover suavemente la sartén para comprobar que la tortilla esté suelta.
Colocar un plato grande encima, darla vuelta con un movimiento rápido y deslizarla nuevamente en la sartén.
Cocinar 5 minutos más, esta vez sin tapar.
Opcional: si la querés bien crocante, cociná un par de minutos extra de cada lado.
Recomendaciones extra:
- Podés combinar espinaca con otras verduras como acelga, kale o zucchini rallado.
- Si te gusta más potente, agregá cebolla rehogada, tomate seco o incluso un poco de panceta.
- Para una versión al horno: colocá la mezcla en una fuente aceitada y horneá a 180°C durante unos 25-30 minutos.
- Se conserva muy bien en heladera por 2 o 3 días y también podés freezarla ya cocida, cortada en porciones.
Conclusión
La tortilla de espinaca es una de esas recetas infalibles que siempre conviene tener a mano. Se adapta al gusto de cada uno, es fácil de preparar y rinde un montón. Ideal para resolver comidas sin complicarte, aprovechar vegetales de estación y comer rico sin gastar mucho. Si la servís con una ensalada fresca o con arroz, tenés un plato completo. Y si sobra, mejor todavía: fría también es riquísima.