En un sorprendente giro de humor y tecnología, Elon Musk se ha encontrado en el centro de un extraño titular que ha hecho vibrar a Internet. El famoso magnate de la tecnología, conocido por sus aventuras con Tesla y SpaceX, ahora se enfrenta a los reflectores no por sus misiones espaciales o sus coches eléctricos, sino por una novia robot impulsada por IA llamada “Eli-Tronica”, que fue presentada por ABC Robotics a un asombroso precio de 150 millones de dólares.
Este robot, diseñado para ser un compañero intelectual, cuenta con una IA muy avanzada que refleja la personalidad única de Musk. Se dice que puede mantener conversaciones sobre todo, desde la colonización de Marte hasta discutir las últimas tendencias de Dogecoin. Con una personalidad que canaliza los ingeniosos tuits de Musk y su pasión por las ideas futuristas, Eli-Tronica se anuncia como el “compañero tecnológico definitivo”. Según ABC Robotics, el robot está destinado a encarnar la visión de Musk del futuro tecnológico de la humanidad, pero no como un compañero literal.
¿Cuál fue la reacción de Musk ante este extraño desarrollo? El clásico Elon. En lugar de una respuesta seria, recurrió a Twitter con su humor característico y comentó: “¿150 millones de dólares? Parece demasiado caro para alguien que ni siquiera puede conducir un Tesla”. El tuit provocó una ola de respuestas, con fanáticos y críticos que se sumaron a la broma. Musk, que no se detuvo en un solo tuit, agregó otro, bromeando: “Si este es el futuro de las relaciones, me limitaré a programar mi próximo señor supremo de la IA, gracias”.
Si bien ABC Robotics defendió su creación, insistiendo en que Eli-Tronica se inspiró en las ideas de Musk y no estaba destinada a ser una pareja romántica literal, muchos escépticos no se lo creyeron. Los críticos en Twitter se burlaron tanto de Musk como del robot, y un usuario bromeó: “Eli-Tronica es la única ‘mujer’ que no dejará a Elon a mitad de una conversación sobre las proporciones de combustible de SpaceX”. Otra persona comentó con humor: “Por 150 millones de dólares, más vale que sea capaz de fabricar cohetes y aterrizarlos”.
A pesar de las burlas en línea, Musk mantuvo su actitud juguetona, e incluso respondió a las preguntas sobre la compra de Eli-Tronica diciendo: “Solo si viene con un boleto gratis para Starship”. Como siempre, la combinación de ingenio y audacia de Musk mantiene alerta al mundo de la tecnología.
Este peculiar incidente pone de relieve la cada vez más difusa línea que separa la inteligencia artificial, el humor humano y la aparentemente infinita capacidad de la industria tecnológica para crear tanto asombro como diversión. En una época en la que las empresas tecnológicas valoradas en miles de millones de dólares amplían los límites de lo que consideramos posible, parece que incluso las novias robot son presa fácil del famoso sentido del humor de Musk.
